sábado, 27 de diciembre de 2008

La máquina de vapor la inventó un español (Jerónimo de Ayanz).

Jerónimo de Ayanz vivió desde 1553 a 1613 y fue un personaje que ni la imaginación ha conseguido emular. En un siglo, el de Oro, en el que abundaban en España los artistas y los militares, este hombre fue artista, militar, científico, ingeniero y político. Cuando se lee la biografía que Nicolás García Tapia escribió sobre él no se comprende como no ha sido llevada su vida a la gran y pequeña pantalla, supongo que porque quien la viera pensaría que era pura ficción. Y como muestra pasaré a enumerar sólo algunos de sus inventos patentados en septiembre de 1606 y otros quehaceres ya que es el caso más atípico de todos al tener procedencia noble y ser Caballero de la Orden de Calatrava, teniendo dos encomiendas que le rentaban sustanciosos beneficios además de los que recibía por sus puestos en la corte, por su familia y por sus negocios e inventos, a los que debemos añadir los ingresos que obtuvo al emparentar por boda con una rica familia murciana por dos veces, ya que al morir su primera esposa se casó con la hermana de la difunta. Sin embargo, en vez de entregarse a la relajación y el disfrute de las rentas, Jerónimo despliega un sin fin de habilidades y trabajo que todavía hoy parecen increíbles.
Además de poeta, pintor (elogiado por Pacheco, el suegro y maestro de Velázquez), cantante (con una impresionante voz de bajo), luthier y músico (Lope de Vega alude a él en sus escritos), fue gobernador de Murcia y de Martos, auspiciando la creación de la Base Naval de Cartagena con parte de la flota de galeras que estaban en Barcelona y poder luchar contra la piratería de la zona, entre otras medidas que tomó durante su mandato.
Como militar era temido por los ejércitos contrarios dada su fuerza y valor participando prácticamente en todas las campañas en las que España estuvo metida en esos años. De su fortaleza baste decir que fue llamado el Hércules español.
Fue Administrador General de las minas del Reino de España, visitando todas las de la península para solucionar sus problemas y ayudando a las de ultramar (Potosí sobre todo) a distancia. Sus escritos sobre el tema y las soluciones que propuso para resolver los problemas planteados entonces tienen vigencia todavía hoy.
Inventó destiladores de agua marina, la transmisión cardan, submarinos, campanas de buceo, escafandras de buceo, el aire acondicionado, el eyector de vapor, básculas para “pesar la pata de una mosca”, equipos para medir el rendimiento mecánico, desaguadoras de minas empleando las mismas aguas contaminadas pero impidiendo su evacuación al exterior, molinos de sangre, molinos de rodillo, molinos de viento, molinos de barcas acoplados a norias, bombas de husillo, bombas de achique de barcos, hornos especiales para metalurgia con especial atención a la ergonomía, rendimiento y mejoras ambientales diseñándolos así “porque el humo ni la lumbre no den pesadumbre a los que trabajan”, etc. Descubrió la declinación magnética de la brújula (nordestear decía Jerónimo), diseñó las primeras presas de arco y bóveda, etc.; y aunque cualquiera de los ya citados daría para un libro el sólo, citaré dos con más detalle:
-Traje de buzo: En agosto de 1602, ante el rey Felipe III, un buzo provisto de un traje diseñado por Jerónimo de Ayanz estuvo más de una hora andando por el fondo del río Pisuerga a su paso por Valladolid, exactamente el tiempo que tardó el rey en aburrirse y ordenar que subiera, porque el buzo manifestaba estar perfectamente y poder continuar la hazaña. El equipo no consistía sólo en el traje realizado de forma específica para impedir la hipotermia del buzo, sino también el sistema de alimentación de aire de refresco al buzo, ideando incluso una “manguera” construida con tramos cortos de tubos de cobre con uniones articuladas. No existe en el mundo ningún registro anterior de tal proeza.
-Máquina de vapor: Siempre hemos leído en los libros de texto y las enciclopedias la disputa franco/británica por atribuirse la paternidad del invento que marcó el inicio de una nueva era, nunca los españoles habíamos entrado en la lid con fuerza ni razón, pero ahora lo hacemos para ganarla porque en la patente registrada y archivada en Simancas en septiembre de 1606, hace más de 400 años, se explica una máquina de vapor ideada por Jerónimo de Ayanz para desaguar las minas usando la fuerza del vapor. La máquina se describe hasta el más mínimo detalle constructivo y estudios posteriores han demostrado su viabilidad y funcionalidad. Este hito histórico no ha sido reflejado en ningún libro de texto y va siendo hora de que ocupe su lugar en dichos libros y que nuestros estudiantes cuando estudien historia, aunque cada vez se estudie menos historia, sepan que la máquina de vapor nació en España en 1606. Y de paso también va siendo hora de que este hecho se reconozca y sepa más allá de nuestras fronteras y por fin se coloque a los inventores españoles donde se merecen y demostrar que si en el siglo de Oro en España nacieron los mejores pintores, escritores y artistas del mundo, los tecnólogos e inventores de entonces no tenían nada que envidiar a los de otros países. De hecho la máquina de vapor de Savery es “un calco” de la de Jerónimo de Ayanz a la que aplica la aspiración, algo que no funcionaba bien al no tener condensador separado. Jerónimo de Ayanz conocía este problema y por eso la alimentación de su máquina de vapor se hace desde una altura superior, es decir, la de Jerónimo de Ayanz es superior a la de Savery ya que además contempla colocar varias máquinas en serie.

Mi última carta a la prensa, ¿será publicada?.

BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO:
Hace años que empleo las bombillas de bajo consumo porque siempre he considerado mi deber implicarme en todo aquello medioambientalmente positivo; sin embargo, el otro día vi una bombilla de este tipo rota con todos sus componentes electrónicos a la vista (condensadores, circuitos, resistencias, etc.), y recordé que sólo se recicla el 10% de la basura electrónica (la mayor parte residuos tóxicos peligrosos). Entonces me planteé seriamente si usar este tipo de bombillas es más ecológico por su teórica larga vida (es menor al ser usada de forma inadecuada) y su ahorro energético frente a la convencional (un simple casquillo metálico, algo de cristal y un “pelito” de tungsteno) de fácil reciclaje. Ahora mismo estoy hecho un lío y me gustaría que el Ministerio competente o algún universitario con una tesis pendiente calculara realmente la mochila ecológica de cada uno de los sistemas de iluminación que empleamos y me aclare las ideas. Gracias al que lo haga y un saludo. Rafael Eugenio Romero García.