Ecología y Ecologismo (II)

Otras frasesillas del libro antes mencionado:
"Es complicado avanzar y sencillo retroceder. La más mínima innovación es sometida a la crítica ecologista por sistema, lo cual sería prudente si fuera científica y no ideológica; y sin embargo cuestionar modos tradicionales, aunque sean insostenibles, es inmediatamente criticado, incluso censurado. Sucede que el necesario principio de precaución sobre nuevas ideas se aplica con la criba de las creencias, desvirtuando los métodos científico y técnico. Conservacionismo mal entendido... cobarde".

Ecología-Ecologismo (I)

"El ecologismo fundamentalista antitecnológico defiende sus obsesiones sobre el medio ambiente, en ocasiones y grados a costa de este, enrocados, perjudicando sin saberlo su coartada. Tener eslóganes, pautas, ideas claras, símbolos, ritos, ideologías,... da la fuerza de la pasión, pero como efecto secundario de tal enjuague se produce paranoia esquizofrénica en el grupo redentor, o sea, megalomanía, autoreferencialidad, disociación, maniqueísmo, alucinaciones, irracionalidad,... todo lo bienintencionado que se quiera, pero ¿nos compensa?, ¿le compensa a la naturaleza?".
"No merecería tantas palabras el manoseado ambientalismo si no fuera porqué, convenientemente utilizados como excusa para no pagar, para robar a los pobres para repartir entre los ricos, en el ecologismo se han infiltrado los sujetadores de pancartas, los aulladores de consignas, politiquillos ecolojetas, nostálgicos pesimistas, a menudo ignorantes, teletubbies ñoños que se llaman a sí mismos ecologistas, piltrafillas sin estudios, incorporándose al problema".
Extraído del libro: La excusa ecologista. Una verdad conveniente, de Bartolomé Pons Rullán, de la editorial Pi2.

Escéptico y Creyente

Puede ser complicada la combinación, y de hecho un compañero de trabajo y su hijo, a los que aprecio muchísimo, me dicen continuamente que es incompatible. Yo les contesto lo que aquí escribo. Mis creencias vienen de una serie de fuertes vivencias que me hacen seguir queriendo creer, más que creer realmente, así, cuando rezo, algo que hago menos de lo que debo, pido muchas veces fe, esperanza y caridad (dar y saber recibir) para mí y mis conocidos. Por otra parte soy tremendamente escéptico y cada vez me creo menos las noticias, los comunicados… necesitando demostración técnica-científica de lo que me dicen. ¿Cómo compagino estas facetas?, bueno, Santo Tomás fue un escéptico y hasta que no vio no creyó (no consta que metiera los dedos en la llaga), me gustaría ser como él pero la cosa es muy difícil porque entre otras cosas Santo Tomás era un valiente, recordemos que mientras todos estaban encerrados rezando, él salió para ver cómo estaban las cosas… con dos “eggs”. Saludos y que mis colegas escépticos no se mosqueen mucho conmigo, nadie es perfecto.

Ingeniería Genética

Según la RAE, Ingeniería Genética es la "Tecnología de la manipulación y transferencia del ADN de unos organismos a otros, que posibilita la creación de nuevas especies, la corrección de defectos génicos y la fabricación de numerosos compuestos útiles". Ayer escuche en una emisora de radio de alcance nacional, en hora de máxima audiencia, que la Ingeniería Genética la inventaron los médicos nazis en los campos de concentración... y todos los que estaban con este personaje le daban la razón. Evidentemente o no sabe lo que es la Ingeniería Genética o, lo más probable, hace una manipulación de las ideas para sus argumentos particulares. Recuerdo aquí que el hombre hace Ingeniería Genética desde el inicio de la Humanidad, cruzando razas de animales y plantas hasta conseguir mejorar las especies para nuestros intereses, y respecto a los hombres otro tanto, recordemos la limpieza de sangre, la no mezcla entre razas e incluso familias, la sangre azul... Ahora tenemos mejores tecnologías y no necesitamos realizar cruces diversos hasta conseguir el rasgo buscado o eliminar el defecto detectado, como toda tecnología no es ni buena ni mala, su uso le dará ese calificativo en cada momento. Un martillo se empleó para matar a Trotski y sin embargo no se han retirado de las estanterías de los comercios por considerarla arma peligrosa.