martes, 16 de febrero de 2010

LA FALSABILIDAD Y LOS ENEMIGOS DE LA INDUSTRIA
Ayer, cuando volvía del trabajo, se me cruzó un burro volando bajo, ¿no me cree?, demuestre que es mentira, ¿no puede?, entonces es que es verdad. Este es un ejemplo del principio de Falsabilidad, según la RAE: “En la ciencia, capacidad de una teoría para someterse a todas las pruebas que pretendan mostrar su falsedad”. Este método es algo a lo que nos tienen bastante acostumbrados ciertos personajes del mundo político, social y medioambiental. Continuamente dicen medias verdades y medias mentiras sobre la industria, exigiendo que se demuestre que no es cierto lo que han dicho; y cuando esto ocurre, cómo es el caso de la radiactividad de los fosfoyesos que ya ha quedado científicamente demostrado que no son peligrosos, dicen que los análisis están mal hechos o que las Universidades, el CSIC y el CSN no son de fiar, y vuelven a exigir que se demuestre que es mentira lo que dicen. Jugamos a lo que siempre se ha hecho en España, difama, di ladrón y el aludido que demuestre que no es verdad, pero tu dilo, porque insultar en España es barato y al final algo queda. Es demagogia barata y el ambiente socio-económico no está para estos trotes, sobre todo cuando los que hablan de estos temas no tienen ni puñetera idea de lo que dicen, me consta que algunos podrían opinar perfectamente del reparto del correo, por ejemplo, ¿pero que hablen sentando cátedra de arsénico, cáncer, radiactividad…? me pone los vellos de punta. Pido a Dios que me libre de ser tan soberbio, imprudente o necio de intentar sentar cátedra en lo que no entiendo. Saludos.

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