martes, 2 de noviembre de 2010

El ferrocarril sumergido de Ontón

El ferrocarril sumergido de Ontón se utilizó como cargadero de mineral en la costa occidental de Bizkaia. No era un cantilever sino un sorprendente artefacto de funcionamiento automático ideado por Alberto de Palacio.
Según un artículo publicado en ”El Noticiero Bilbaino“ del 12 de julio de 1890, se describía así:

Consistía en unas vías de 250 pies de longitud y 20 de ancho, con dos hileras de railes, separadas tres pies y tres pulgadas entre si, con una pendiente del 5%.
El carro, provisto de ruedas que discurren por los cuatro carriles, carga el mineral a unos 70 pies sobre los carriles, con lo cual sobrepasa la cubierta de los buques ordinarios.
La torre, está unida a tierra por cables de acero apoyado en poleas fijas en las rocas. Al extremo del cable en tierra, se unen unos pesados carros que descienden por un plano inclinado, atrayendo a la torre hacia tierra cuando queda vacía.
El mineral, que llega de las minas, no muy distantes, por un tranvía aéreo, baja a un cargadero, cuya puerta se abre automáticamente al acercarse la torre vacía, cerrándose al llenarse con unas 100 toneladas y exceder su peso al de los carros, alejándose entonces la torre hasta el buque. Moviendo una palanca, se inclina la plataforma y el cargamento cae casi instántaneamente sobre el barco repitiéndose la operación.

Su autor, Alberto del Palacio, fué el arquitecto autor del Puente de Bizkaia (Puente Colgante), del Palacio de Cristal Retiro y de la Estación de Atocha en Madrid.

El último cantilever. Cárcamo, J.; Hernández, A.; y otros. Campaña nacional de arqueología científica e industrial para jóvenes, 1988. Inédito

Leido en: http://www.avpiop.com/patrimonio/documents/24.html

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