lunes, 29 de noviembre de 2010


Intentar explicar qué es Nexociencia es algo muy complicado, porque explicar aquello que ya es futuro se me antoja difícil.
He tenido la fortuna de conocer a este grupo de personas excepcionales a la vez que he conocido la ciudad de Logroño… y sus caldos in situ.
Decir que tienen una capacidad de acogida envidiable es poco, y hay que disfrutarlo para saberlo.
Decir que son un grupo de jóvenes personas de alta formación científica de las disciplinas más diversas, aunque ayer los químicos éramos mayoría, tampoco dice mucho más, aunque no es poco desde luego.
Todo ello va tomando cuerpo, que ojala tenga efecto mancha de aceite para otros lugares, cuando decimos que ponen lo más valioso que existe hoy día, sus tiempo, formación y disponibilidad, al servicio de un futuro que ya ellos viven.
Los he conocido en el entorno del Foro de Innovación 2010 de la Rioja, unas Jornadas que han estado muy bien organizadas, y además teniendo en cuenta la disparidad de ponentes (más de 60) de distintos países, talleres infantiles, entrega de diversos premios y diplomas… en fin, una serie de actos y actividades que cumplieron, por ejemplo, algo dificilísimo en estos eventos, que es el respeto de los tiempos de conferencias para no dejar la última en un maratón de palabras y datos para disgusto de ponente, oyentes y organización.
Si después de esto me preguntan qué es innovación yo diría que fue lo que viví; consiguieron una mezcla muy acogedora, eficaz y eficiente; aplicando viejos esquemas, los españoles cuando mejor dialogamos es comiendo de pie en reunión, y haciendo uso de las nuevas tecnologías disponibles (emisión en directo por la red, escenario agradable y diferente para este tipo de eventos, etcétera).
En el Siglo XVI los hispanos (España, Portugal, gran parte de América, Europa y enclaves/territorios africanos, asiáticos y oceánicos) teníamos muy bien entendido el i+D+i, y así había inventores y tecnólogos que inventaban e ideaban, desarrollaban e implantaban, es decir, innovaban. Todo ello porque Felipe II, con todas las caras ocultas que pudiera tener, tuvo muy claro que para ser la potencia referente, tenía que serlo desde el punto de vista tecnológico. Y nunca me cansaré de repetir como ese espiritu, heredado de Isabel I, lo plasmó cuando para describir al tecnólogo que buscaba lo definió como alguien de “Técnica y Experiencia, Ciencia y Conciencia”. Hoy todavía hay dirigentes que no tienen claro este concepto, pura multidisciplinaridad e hibridación para obtener resultados más allá de lo esperado.
A partir de Felipe III la cosa decae, pero sólo en la innovación, porque los cientificos (de ciencias, artes, letras y/o sentimientos) seguían siendo punteros, sus escritos y trabajos en el interior, y el exterior principalmente, hablan por ellos.
Hoy día cada vez me encuentro más personas que me dicen que los mejores ingenieros, por ejemplo, son los españoles (como los índios para las matemáticas), pero tienen que trabajar en Ingenierías extranjeras.
Esto parece que va cambiando y así en el famoso y televisado rescate de mineros chilenos, la ingeniería española se apuntó los tantos más importantes. Volvemos a estar ahí.
“Sin innovación, no hay futuro” era el lema de las Jornadas, y le pedido a los organizadores, que si pueden, el año que viene sea “Con Innovacíon, hay Futuro”, porque en un mundo que sólo nos hace llegar mensajes terroríficos sobre el porvenir, la esperanza es necesaria. Si caemos en la desesperanza lo perdemos todo. De ahí mi idea fija de que Tierra se escribe con E (de eficacia, eficiencia, energía, ecología, economía…), sobre todo de Esperanza.
Vengo de Logroño esperanzado al descubrir que los punks de hoy llevan camisa y pluma de marca porque son los que ahora nos dicen:”No Future”, el mensaje punk de hace casi 50 años. Entonces la gente “seria” de aquella época eran los que decían que valía la pena luchar por el futuro, nuestro hoy. Y hoy son los “antisistema” y los “raros” los que decimos eso. Gracias por la lección de que cuando vea a una de estas personas me la imagine con una cresta morada de una cuarta, de marca, pero cresta de punta, porque yo también creo que SI hay futuro, que no tendremos una generación perdida, que derroche tan enorme sería eso, no se puede consentir.
Po eso felicito a Nexociencia y a los demás organizadores de las Jornadas por las actividades que realizan cada día. Ellos son el futuro con algo tan antiguo como sentarnos alrededor del fuego de la cueva para calentarnos, comer y decidir, de acuerdo a la formación y pensamientos de cada uno, qué se hará mañana. Hoy esa fogata puede ser un blog, este, una red… y me gustaría sentarme de vez en cuando con ustedes y decir con orgullo, que mala es la vanidad, que ayudé a crear el futuro que pronto vivirá y desarrollará la generación de mis hijos, y sin olvidar que hay que salir de la cueva a cazar para llevar algo al próximo fuego. Saludos, gracias y mucha suerte en la cacería.

1 comentario:

  1. Muchas gracias a tí por venir, Rafael y por compartir tu tiempo y conocimiento con nosotros, tanto aquí en Logroño, como a través de tu trabajo seleccionado.
    Esperemos que podamos juntarnos más veces en torno al fuego.
    Un abrazo.
    Nexociencia

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