lunes, 11 de octubre de 2010

Hungría-Huelva


El desastre acaecido en la balsa minera de Hungría me recuerda algo que hace años venimos denunciando no poca gente de aquí. Los ecologistas (ecolo ¿qué? diría yo) llevan tantas energías y tanto tiempo perdido en Huelva persiguiendo fantasmas, contaminaciones radiactivas inexistentes y otras lindezas, que al final la falta queda en otro sitio, evidentemente en Hungría ahora. Ahora dicen que ya dijeron que existía ese riesgo, pero está claro que no insistieron como se insiste en Huelva sobre temas que son urbanísticos y no ecológicos. Por cierto, las fotos que muestran de sus avisos muestran un lugar distinto al lugar donde se ha producido la rotura, en la imagen adjunta se ve perfectamente la grieta denunciada por los ecologistas (en una zona donde además es más estrecho el dique) y el punto de rotura bastante lejana de ese punto.
Yo haré ahora una predicción y que nadie me diga después que no avisé: “Si las balsas mineras existentes en el mundo no se vigilan y conservan adecuadamente, los accidentes de Aznalcollar y Hungría volverán a repetirse”. No hay que ser mago para acertar, sólo tener tres dedos de frente.
Curiosamente, tras el accidente húngaro y no antes, la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, presidida por Erminia Mazzoni, ha admitido a trámite la petición efectuada por el sindicato FIA-UGT de Huelva, sobre la realidad medioambiental de Huelva. Dicha petición fue entregada en mano por Luciano Gómez (Secretario General de FIA-UGT Huelva) a la Comisión de Europarlamentarios, encabezada por Pascale Gruny, que el pasado mes de febrero visitaron Huelva. En ella, se rechazaban las "negativas" actuaciones que diversos europarlamentarios "vienen realizando en contra de la imagen de Huelva y que, desoyendo todos los estudios científicos realizados hasta la fecha, siguen trasladando a la opinión pública una imagen tergiversada y manipulada de la realidad medioambiental de Huelva". También se le piden distintas cuestiones, entre las que destaca la realización de “un estudio comparativo entre todas las fábricas europeas que generen o han generado fosfoyesos”, para establecer cómo se está gestionando este producto en todos los países y las posibles mejoras que pudieran plantearse. Asimismo, se pide “auspiciar una campaña informativa, clara y veraz, de los resultados de los estudios”.
Curiosamente, el Comité de Peticiones de la UE acepta ahora a trámite el escrito, cuando antes no quiso hacerlo. Está claro que este Comité se cura en salud después de lo ocurrido. ¿Os imagináis que se hubiera roto el apilamiento de yesos en Rieme (Bélgica)?, justo al lado de la ciudad, más cerca que en Huelva. No es lo mismo que lo digan los ecologistas, que han avisado de todos los desastres posibles y por tanto no pueden errar, que el que te avise un sindicato al cual no has querido escuchar y que es la única advertencia al respecto que había hecho.
Espero que esto marque un punto de inflexión en muchas cosas. Estos accidentes nos dicen que no hay que tomarse las cosas a la ligera, pero por otra parte tampoco se puede perder el tiempo en tonterías porque no hay tiempo ni medios para todo y hay que priorizar, y en Huelva, repito, a pesar de las apariencias, existe un problema urbanístico y no medioambiental. Saludos.

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