viernes, 1 de octubre de 2010

Al minero o al camionero


¿A quién dejamos en el paro?. Hemos presenciado la dramática lucha de unos hombres que consiguen su salario exprimiendo las duras rocas de las entrañas de la tierra, buscando una solución a su porvenir destrozado. Efectivamente hablo de los mineros del carbón español, ese carbón que por lo visto es muy malo y nadie lo quiere, por lo que hay que subvencionarlo para que alguien lo queme en las térmicas a las que nos enganchamos por las mañanas para el café y las tostadas, porque a veces por la mañana no hay viento y los parques eólicos duermen perezosamente, y las solares puras, que duermen plácidamente por la noche, aún no han despertado (si está nublado apenas abrirán los ojos).
Mi sorpresa fue ver en esa tele alimentada con 220V (unos 26V provienen del carbón y 42V de las nucleares españolas) a un grupo bastante numeroso de camioneros, y otros profesionales, que se manifestaban porque si se consumía el carbón español, entonces ellos no tendrían trabajo al no ser necesario traer carbón extranjero (por lo visto mucho mejor y más rentable).
No diré quién de los dos grupos se tiene que quedar parado porque no tengo datos como para crearme una opinión lo suficientemente sólida y opinar y ayudar, con un minúsculo grano de arena, a poner a algún padre de familia en las filas del paro. Lo que sí quiero resaltar es lo complicado que es cualquier tema y las repercusiones que pueden desencadenar medidas o decisiones adoptadas con criterio político y no técnico. ¿El porqué de una huelga general o un corte de carreteras?, simplemente porque hoy priman los criterios de rentabilidad política y no criterios técnicos. Cuando nace la huelga en el seno de los trabajadores de una empresa (aunque siempre ha existido es con la sociedad industrial cuando se instrumentaliza) es porque los trabajadores exigen algo concreto a esta, y la forma de presionarle es parando, de forma que el empresario pierda ventas o prestigio (incumplir pedidos) que a la larga se traducen ambas en dinero. A él no se le presionaba cortando una carretera (mientras la empresa produjera, vendiera y cobrara…) como si ocurre hoy porque el político de turno se ve presionado y este presiona al empresario con sus armas (que no son pocas).
Por tanto repito lo que tantas veces he dicho y no me cansaré de decir, si nuestros dirigentes sólo toman decisiones políticas estamos abocados al fracaso, sólo la toma de decisiones técnicas y razonadas desde el punto de vista humano pueden conducir a las mejores soluciones posibles, incluso cuando ello le lleve a perder las siguientes elecciones; si lo explica bien, si se hace entender y no se pierde en el farragoso mundo de la política pura, algún día se le reconocerá el mérito y se le dejará volver a gobernar, y en caso de no ser así, pues hizo lo que debía, ¡qué carajo!.
Nota: espero que las subvenciones aprobadas no den al traste con el proyecto de muchos camioneros y sus familias (hijos que desean estudiar, casas por comprar o pagar… prefiero no pensar porque se me encoge el ser) y que los mineros, y todo el sector, aproveche estos años para que cuando se acaben estas subvenciones no se vean de nuevo encerrados sin esperanza en la fría y húmeda mina.

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